Realizado en colaboración con el Ayuntamiento de Chiçinau y la Asociación Local CCAF que dirige el Centro de Infancia, Adolescencia y Familia – CCAF.
Este seguimiento ayuda a reforzar la capacidad institucional local para la rehabilitación y el apoyo a los niños y jóvenes que viven en situación social de riesgo, a menudo con un padre inmigrante en otros países europeos para trabajar.
Los centros, tal como han sido concebidos, se han convertido en un lugar de referencia y de apoyo para las familias que viven en situaciones de dificultad y que luchan por relacionarse con las instituciones.
Realizado en colaboración con los Ayuntamientos de Chiçinau, Balti, Criuleni, Falesti, las ciudades de Pituşca, Sestaci, Camenca, Ciobalaccia, los Departamentos de los dos Hospitales Ignatenco y Mame es Copii en Chiçinau y la Dirección Provincial del Hospital de Nisporeni.
El primer resultado fue introducir en Moldova un nuevo perfil profesional – operador socio / educativo para la infancia, la adolescencia y la familia – además de las figuras tradicionales vinculadas a profesiones tradicionales como el psicólogo, el trabajador social, el educador, combinando estratégicamente nuevas habilidades con nuevos servicios.
El curso de formación, prerrequisito para la apertura de los centros, contempló la implicación y potenciación de importantes recursos locales como la Universidad Pedagógica Creanga, la Universidad de Asistencia Social, el Instituto de Educación Física y Deporte, la Universidad de Bellas Artes, la Universidad de Medicina y Eminescu Nacional Teatro. El curso de formación consiguió el empleo para 18 trabajadores y, tras el cierre del proyecto, la contratación de éstos por las instituciones homólogas.
El segundo resultado fue la apertura de 6 centros para la infancia, adolescencia y familia en las localidades rurales de Pituşca, Criuleni, Ciobalaccia, Falesti, Camenca y Sestaci con la reestructuración de locales municipales o publicos, la provisión de mobiliario y equipo de enseñanza y la activación de 7 salas de recreación en 3 hospitales pediátricos (dos en la capital Chisinau y uno en el pueblo Nisporeni).
Se realizó en partnership con el Municipio de Chiçinau.
El programa contribuyó a la tutela y al respecto de los derechos de los niños y menores mediante la realización de intervenciones que promovieron su bienestar y la integración entre algunas tipologias: niños abandonados, abusados, maltratados o explotados sexualmente.
Dió estabilidad y visibilidad al primer y único Centro para la Infancia, la Adolescencia y la Familia (CCAF – Centrul pentru Copilarie Adolescentes tu Familia) en Moldova.El proyecto implementado por el CCAF contribuyó a reafirmar esos derechos y la ciudadanía de los niños y las familias que a veces son sólo buenas intenciones sin enraizarse efectivamente en los hechos.
El programa ofreció servicios educativos que permitieron a los niños superar las desventajas sociales y la discriminación de las cuales eran victimas, con particular cuidado a evitar su implicación en actividades criminales y en el trafico de la prostitución y de la pedophilia.
El logro de los objectivos especificos alcanzaron promover la coneción entre servicios sociales, culturales y educativos (implicando entidades administrativas de servicio social, asociaciones locales, escuelas, casas-familias, orfanotrofios, etc…) para favorecer la creación de una red de intervención como partenariado educativo, activando un trabajo conjunto de red y formando animadores sociales en colaboración con el Municipio de Chiçinau y con las Universidades de la misma ciudad.
Muchas actividades fueron finalizadas al desarrollo de un tejido socio-cultural, de procesos sociales y relaciones de sensibilización de las familias, en particular de aquellas que vivian en el area periferica y en el campo, para que respectaran los derechos de los niños y tomaran consciencia de los problemas ligados al mundo infantil, para promover un desarrollo autonomo de los procesos de auto-ayuda.
Además favorecieron, a través intervenciones de calle acompañadas por animadores locales, el contacto directo y la asunción de responsabilidad hacia los niños – individuo o en grupo – que se encuentran en grave dificultad y/o que viven situaciones de aparente deviación.